Pocos grupos nacionales pueden presumir de tener un debut tan redondo y brillante como el de este trío madrileñoEstaban listos y preparados para deslumbrar en la mítica sala Sol de Madrid y así lo hicieron. No defraudaron en la presentación de su debut, una colección de canciones, que han bautizado con su mismo nombre, donde no hay hueco para los medios tiempos.
Lo conforman singles potenciales, rabiosos y pegadizos, fruto de la influencia indie más bailable que, unida a la contundencia que otorgan sus guitarras, dan como resultado una mezcla accesible y ganadora.
Son muy exigentes consigo mismos y dan todo lo mejor que tienen a su público. Entregados hasta la extenuación, valientes y directos. Con un estilo que se mueve entre el indie y el hard rock en español. Son una rara avis en tierra de nadie.
Un rock muy afilado, agresivo, sincero y sin demasiadas pretensiones que encandiló a los más de 500 asistentes que copaban hasta el templo del sonido madrileño de la calle Jardines, que ha visto nacer a una nueva divisa en el panorama nacional. Dinero son, amor les dan sus fans y desde aquí les deseamos salud musical por muchos años.
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