viernes, 23 de abril de 2010

Pereza: de las pequeñas salas al estrellato


La historia de Pereza empezó a escribirse en 1999. Rubén Pozo Prats había grabado ya tres discos con su anterior banda, Buenas Noches Rose, y Leiva (José Miguel Conejo) desparramaba el tiempo entre su grupo Malahierba, donde tocaba el bajo, y los parques del barrio. Se conocían de vista de toda la vida porque los dos se criaron en el madrileño barrio de Alameda de Osuna, pero la primera vez que pensaron en tocar juntos fue en el baño de un garito en una noche de borrachera. Todo empezó por casualidad: hablaban arrastrando las palabras, con los ojos entreabiertos y una sonrisa floja en los labios. Al día siguiente, además de la resaca, se encontraron con que ambos tenían el mismo objetivo musical que, en palabras de Rubén era, “hacer un rock popeado, canciones con la inmediatez del pop y la profundidad del rock al mismo tiempo”. El trío lo completaba entonces Tuli, el batería, que se bajaría del barco tras el primer disco.

Todos los comienzos son duros y los suyos no lo iban a ser menos. Empezaron a tocar en pequeñas salas de Madrid, a pasar el día y la noche en la furgoneta, a pelearse con todo el mundo y a perder dinero de garito en garito. A cuenta de curtirse el cuero en el circuito de bares, fueron naciendo los primeros temas propios, que evidenciaba una deuda clara con los glamurosos setenta. En uno de esos directos un "cazatalentos" de RCA vio en ellos un filón comercial y una atrayente y sólida imagen, aunque aún hubiese cosas por pulir. Tan solo dos años después de aquella noche de borrachera editaban su primer disco, “Pereza” (RCA, 2001), tras el cual se embarcan en una gira por toda la Península, además de actuar como teloneros de bandas como Porretas, Los Enemigos o Siniestro Total y aparecer en algunos recopilatorios como el de “Patitos Feos” (BMG, 2002), para el que hicieron una versión de “La Bruja Avería”; o el homenaje a Hombres G, en el que hicieron lo propio con su “Voy a pasármelo bien”. El trabajo aún evidenciaba su juventud e inexperiencia, pero era lo suficientemente firme como para dar un centenar de conciertos y creerse a sí mismos un poco más.



Su segundo trabajo no se hizo esperar mucho. En “Algo Para Cantar” (RCA, 2003), el grupo se había reducido ya a un dúo con la marcha de Tuli. Fue uno de los momentos más duros a los que tuvieron que hacer frente como banda, pero siguieron adelante e incorporaron a Rober a la batería y a Pitu como segundo guitarra para sus actuaciones en directo, lo que formará un equipo ideal y necesario para consolidar repertorio y maneras sobre un escenario. Con este disco, Pereza se sitúa en una inmejorable posición de salida para su deseada carrera y su nombre empieza a sonar con fuerza en las radiofórmulas. La versión que grabaron junto a Dani Martín de El Canto del Loco y David Summers de Hombres G del “Pienso en aquella tarde” llegó hasta el número uno en varias emisoras nacionales. Por si esto fuera poco, además fueron teloneros de Bon Jovi y empezaron a hacer migas con artistas como Amaral, Iván Ferreiro, Sidonie o Deluxe.




Pero su momento de gloria aún estaba por llegar. Con su tercer disco, “Animales” (RCA, 2005), las salas de garitos se les quedaron pequeñas. Canciones como “Princesas”, “Todo” o “Como lo tienes tú” empezaron a sonar por todas partes: radios, bares y en los mp3 de cantidad de jovencitas que abarrotaban sus conciertos. Estilo canalla, gamberro y desenfadado que les hizo dar el gran salto y llegar hasta los puestos más altos en todas las listas comerciales. Con él, además, comenzó una lluvia de nominaciones en los Premios de la Música 2006, los Principales 2006 y los MTV Europeos de ese mismo año.

A finales de 2005, participan en un proyecto de la SGAE que los tuvo encerrados en una casa en Buenos Aires, compartiendo ideas y componiendo con otros artistas del mundo de la música. De Argentina trajeron buenos amigos, con los que grabaron su siguiente disco. Así nació “Los Amigos de los Animales” (RCA, 2006), un álbum casi de recreo, una fiesta entre amigos en la que echan la vista atrás para recordar sus canciones de éxito. El disco resulta ser un clamoroso éxito de la popularidad y los impulsa a la cresta de la ola del panorama pop-rock español. A partir de ahí ya se hace difícil llevar la cuenta de sus números uno o de los sitios en los que agotaron entradas. Pereza es ya un referente en el circuito comercial español, reconocidos tanto por la crítica como por el público.

En 2007 publican material nuevo. Con “Aproximaciones” (RCA, 2007) vuelven a la carga contando otra vez con la producción de Nigel Walker, que ya había trabajado con ellos en “Animales”; y con la colaboración del guitarrista Mick Taylor (el mismo que en 1969 sustituyó a Brian Jones en los Rolling Stones). Como ya es habitual, Rubén y Leiva se encargan de grabar casi todos los instrumentos; Leiva la batería, bajo, guitarras y voces, y Rubén se centró en la guitarra y las voces. Para esta nueva gira, además, cuentan con una nueva banda. Ahora, sobre las tablas, detrás de Rubén y Leiva, están Manolo Mejías al bajo, César Pop al piano, Rober a la batería y Luismi Huracán Ambulante a la percusión.
Su último álbum hasta el momento salió a la venta el día 25 de agosto de 2009, siendo su primer sencillo "Violento amor". Se trata del disco “Aviones”, con un aire más acústico y ritmo más suave. Con este último trabajo, más maduro e íntimo, se espera una gira veraniega 2010 por el mapa peninsular que no dejará indiferente a nadie. Pasen y disfruten.

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